La inteligencia emocional en los ambientes educativos (1)

En el mundo de la Psicología, el discurso relativo a la Inteligencia Emocional (IE) no es nuevo, aunque así sea la difusión editorial alcanzada con algunas de las obras más relevantes sobre el tema durante los años 90’s.

Los componentes básicos (como por ejemplo la empatía y el afrontamiento) y otros conceptos análogos a la Inteligencia Emocional ya habían sido investigados antes en el campo de la profesión de la Psicología. El proceso emocional (evaluación, expresión y experiencia emocional) se realiza gracias a los mecanismos del cerebro, vital responsable de la transformación de un estímulo en una reacción emocional.

Para otros autores, las principales teorías sobre la percepción del estímulo y la expresión emocional, aun cuando difieren entre sí, no dejan de resaltar la estrecha relación que tiene la reacción emocional con los mecanismos activados en la corteza cerebral tras la percepción de un estímulo emocional.

Inteligencia emocionalHoy en día, y tras diversos estudios reconocidos profesionalmente, principalmente las investigaciones sobre la relación entre el tálamo y la amígdala, es indudable la importancia de ésta última en el proceso cerebral de las emociones. Algunas investigaciones pueden llegar incluso a afirmar que la amígdala es el motor principal de las emociones.

Desde esta perspectiva, lo que sucede durante el proceso emocional, las conexiones que tienen lugar en el cerebro, simplificaría el sistema de alerta necesario para asegurar la supervivencia del individuo en el medio.

La adaptación al medio / situaciones nuevas parte de la interpretación personal que hacemos del medio/estímulo que nos hace actuar en consecuencia. De la calidad de las relaciones con el medio, substancialmente las interpersonales, dependerá entonces la adecuación al mismo. Algunos autores destacan la importancia del desarrollo de una de las dos vertientes de la Inteligencia Emocional, teniendo la inteligencia interpersonal, como germen del bienestar personal en cuanto a la adaptación al medio social.

De acuerdo a los investigadores expertos en el área, existen cinco motivaciones básicas, ubicadas aquí en orden jerárquico, que justifican el aprendizaje de las habilidades sociales como desarrollo de la inteligencia interpersonal:

1.- la necesidad de sentirse bien físicamente (salud/placer);
2.- la necesidad de darle sentido a la realidad (predictibilidad/conocimiento del medio) [aspectos cognitivos];
3.- la necesidad de sentirse respetado y apoyado por los demás (seguridad/poder) [aspectos sociales];
4.- la necesidad de sentirse querido y comprendido por los demás (compresión/amor);
5.- la necesidad de sentirse bien con uno mismo (seguridad en sí mismo y autoimagen).

Los esquemas cognitivos emanados de un estado emocional determinarían el comportamiento y la expresión ante un estímulo emocional. De esta forma, la activación de concluyentes esquemas cognitivos (condicionados por estados emocionales anteriores) obtendrían como consecuencia la ejecución de una réplica emocional concreta que a su vez tendría efectos no sólo en el organismo humano, sino también en el entorno o medio.

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