¿Cómo tratar la baja autoestima?

Tener una baja autoestima no es sólo un sentido generalizado de ser inútil; se manifiesta en la acción – o la inacción – cada vez que el niño – los niños- adultos intentan hacer cualquier cosa. Esa persona se siente inadecuada en situaciones sociales, incluyendo las citas, y es incapaz de llevar a cabo cualquier trabajo exigente (y deseable). Cuando estos sentimientos son graves, esa persona se convierte en un fracaso. Sintiéndose profundamente pesimista, él / ella no va a tratar de lograr algo que valga la pena. Todo un reto parecerá ser demasiado difícil. Las expectativas de fracasos se convierten en profecías auto cumplidas.

Esas personas también tienden a sentirse culpables, además de sentirse inadecuado e ineficaces. Se echan la culpa por todo. Ellos están sufriendo de una depresión crónica de bajo nivel que no responde a los fármacos antidepresivos. Esta es la razón por la que algunos estudios sugieren que los antidepresivos no son mejores que los placebos. Esta población de pacientes no responde a ellos. Ellos no están sufriendo de una enfermedad, como una depresión mayor, están sufriendo de un conjunto de creencias de larga data – desde las ideas falsas que han aprendido mientras crecían. El tratamiento tiene que ser dirigido hacia el cambio de estas ideas.

El cambio de las ideas arraigadas es muy difícil. Algunas personas con baja autoestima continúan sintiéndose mal consigo mismos a pesar de haber tenido éxitos en el mundo. Esto se conoce como el «síndrome del impostor. » Ellos piensan que, aunque todo el mundo piensa bien de ellos, y ellos mismos saben que han logrado los objetivos específicos, creen que muy pronto se les pedirá hacer algo más allá de sus capacidades. El mundo verá, entonces, de que han estado » fingiendo. «

Para el tratamiento de esta, la depresión crónica de bajo nivel, la psicoterapia convencional ordinaria funciona mejor, aunque el tratamiento por lo general tiene que extenderse a lo largo de un período de años. Un trabajador social o psicólogo puede ser tan eficaz o más eficaz que un psiquiatra. El éxito del tratamiento dependerá de la naturaleza de la alianza terapéutica.

La primera tarea del tratamiento es que el paciente llegue entender las distorsiones particulares de su perspectiva. Si esa persona piensa que en general el/ella no le agrada a la gente, ese punto de vista debe ser reconocida como un prejuicio. Entonces, en esas circunstancias, el paciente debe aprender a preguntarse a sí mismo / a sí misma si se trata de uno de esos momentos en los que se justifique ese sentimiento, o si surge del prejuicio. Es un argumento para dudar de las primeras impresiones. Podemos seguir viendo las cosas con pesimismo, si esa es nuestra práctica no deseada, pero tenemos que aprender a compensar las distorsiones.

Si la persona que tiene baja autoestima se imagina que él / ella es incapaz de hacer una tarea en particular, esa suposición tiene que ser desafiada. Si la misma persona piensa que él / ella no es atractivo para el sexo opuesto, esa idea tiene que ser examinada adecuadamente y de manera convincente. No es posible conseguir simplemente que una persona con baja autoestima se » anime » y vea el mundo con más optimismo. La terapia tiene que lidiar con los detalles específicos.

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